Mi hija me pidió por Navidades, que quería comer cochinillo. Lo había probado en Segovia y en Salamanca y le gustó mucho.
Hacia muchos años que lo preparó mi madre en una Navidad. Y yo ya ni me acordaba cual era su sabor.
Era la primera vez que lo preparaba yo, reconozco que salió muy tierno, jugoso y su piel crujiente.
Y les gusto a todos los de la mesa, me sorprendió que dejaron los huesos limpios.
No será igual que la receta castellana, pero salió muy sabroso, con los medios caseros que disponemos.
Ingredientes para 4 personas:
1/2 cochinillo (3kg)
Manteca de cerdo
Pimienta recién molida
Sal
Elaboración:
Untar todo el cochinillo con la manteca.
Salpimentar.
precalentar el horno a 200 º C.
Untar ligeramente la bandeja del horno con la manteca.
Colocar el cochinillo en la bandeja, que las costillas queden hacia arriba. Y en medio del horno, calor arriba y abajo.
En la parte baja del horno colocar una bandeja con 2 vasos de agua.
Dejar asar el cochinillo 90 minutos, 180 º C.
Pasado este tiempo, dar la vuelta, subir la temperatura a 200 º C y dejar 30 a 45 minutos para que la piel quede crujiente.
Sobre todo, que debe de tener agua en la bandeja del fondo.
Cortar el cochinillo en piezas o servir entero en la mesa. Eso va a gustos, yo lo corté a trozos antes de servirlo.
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